Madrid es una manzana podrida y por cada boca de metro asoman gusanos malolientes desde primera hora de la mañana, cabezas enormes pero huecas, no-pensantes...
Otras veces, Madrid tiene piel de melocotón y, al atardecer, los brazos se funden en abrazos largos y las sonrisas atenuan el sonido del tráfico.
Depende.
Del día.
Y de la hora a la que te encuentro, de eso también depende.
vallejiana (otro cuento de Navidad)
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«Simplificado el corazón, pienso en tu sexo».
César Vallejo
Ya venden roscón de reyes en los supermercados. Ni aún noviembre y ya
*Navidad* en la tierra ...
Hace 3 semanas