Yo me acurruco asustada y ni siquiera soy capaz de decidir a qué hora salir de mi burbuja-cama, a qué hora poner el despertador y abandonar esta siesta.
Tú me recuerdas que sólo es necesaria una manopla porque la otra mano está
felizmente ocupada.
A veces me empeño en ser rara. Y me agobio yo sola.
vallejiana (otro cuento de Navidad)
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«Simplificado el corazón, pienso en tu sexo».
César Vallejo
Ya venden roscón de reyes en los supermercados. Ni aún noviembre y ya
*Navidad* en la tierra ...
Hace 3 semanas
1 comentario:
Bienvenida al club, el de las raras, digo. Y de las agobiadas.
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