Hoy hace cinco años que llegué a Madrid. Recuerdo aquel viaje en coche con Raquel, alguien que ya no está en mi vida. Un piso en Mirasierra con piscina y mucha luz que sirvió para aterrizar en esta ciudad que por aquel entonces desconocía casi por completo. Los primeros meses pasaron volando gracias a la jornada intensiva (ahora que lo pienso me doy cuenta de que mis cambios siempre se consolidan en jornada intensiva). Bailan en la memoria nombres propios y momentos ... De aquella época conservo a Anita.
Tan sólo unos meses después me trasladé al piso de la Calle 12 de Octubre donde conocí a Yoli y donde viví una historia que ahora, vista desde lejos y sin dolores ya, sé que fue la que tocaba y que fue hermosa... a ratos. Aquellos dos años pasaron también volando entre sábanas granates, fogones, buen vino, ron miel y fines de semana en Palencia, en Asturias, en La Rioja, en Navarra... un par de Caminos de Santiago y alguna escapada solitaria a Italia. Cultivé pocas amistades durante ese tiempo pero Anita continuó ahí y Yoli también. Siempre.
Hubo un antes y un después del abril de 2006 en Madrid para mi. Recuerdo el día que tomé la decisión de levantarme y andar... como Lázaro, sí... era mediados de junio y había desperdiciado medio mes de jornada intensiva... recuerdo cada uno de los fantasmas a los que tuve que enfrentarme y aún hay fechas tatuadas en mi memoria emocional. Aquel año, sin fuerzas, me fui de vacaciones a Ibiza y, a la vuelta, me trasladé adonde vivo actualmente. Yoli se iba a Venezuela, Sandra cerraba su centro de estétita... todo apuntaba a que el piso del Retiro dejaba de tener tanta importancia, era el momento de cambiar, de alojar los recuerdos en una caja y tirarlos, de vaciar.
Han pasado casi tres años desde aquella decisión y han sido tres años totalmente diferentes. Por mi vida pasan mis amigas de siempre y también mis amigos de ahora. Hubo más vinos, más fogones, más viajes, más Caminos de Santiago pero de mejor rollo y a mi lista se fueron sumando actividades, momentos, cazas de fantasmas bien acompañada y ... cuentos, se sumaron muchos cuentos. Amigos del grupo de montaña, amigos de amigos, amigos cuenteros, amigos de otras tierras, una argentina particular, una alemana medio italiana, compañeras de piso... amigas para vinos y cuentos y juegos y risas y lloros... gente de antes y de ahora... y tres sueños con los que comienza el que será mi sexto año en Madrid, el año en el que cumpliré mis treinta... Por suerte, ¡he cambiado en estos cinco años! Por suerte también, repetiría cada uno de los momentos, cada uno de los abrazos, besos, cuentos, tragos de vino, encuentros, desencuentros, ... No me cabe la menor duda de que se cumplirán mis sueños como se cumplió el sueño de vivir en Madrid y de curar un par de heridas que traía abiertas en canal cuando llegué, igual que no me cabe la menor duda de que el escenario de mi vida continuará cambiando día a día y la próxima jornada intensiva (deseadísima) volverá a afianzar un cambio importante.
Suena soñador cuando digo que mayo traerá sorpresas pero... soy bruji, lo sé. Lo deseo.
Como se suele decir en los cumpleaños... ¡y que se cumplan muchos más!
Una frase de celebración: "A ratos me gusta tanto mi vida, que me emborracho para verla doble" (mía, no la busqueis por ahí).
¿el infierno son los otros?
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El gato era pequeño. De tan pequeño, podríamos asegurar que sólo tenía
cabeza. Ni tronco ni extremidades, sólo cabeza. Estaba hambriento, era
evidente, s...
Hace 3 semanas