viernes, 7 de noviembre de 2008

Sobre cármenes y mares

Carmen es mitad de primavera
y tres cuartos de cielo
y un colchón
donde pasa el sol la noche entera...
y se duerme cuando escucha su canción...
Guarda en los bolsillos las fronteras,
y sube cuando bajan los demás...
le pone mermelada a las mentiras
para que escuches siempre la verdad...
Tiene cuatro lágrimas guardadas
por si le dicen que no...
y un jardín de flores disecadas
pa´ emergencias del amor..
.y una veleta siempre apuntando hacia el sur
que es donde miro yo si miras tu...
Carmen guarda el mar bajo la almohada
,y sale cada noche a navegar...
ataca con un golpe de caderas
cuando enseña los dientes la ciudad...
Tiene tres sonrisas ensayadas
por si tiene que llorar,
y un banco en el parque del olvido
por si tiene que esperar...
y unos ojitos siempre mirando pa´l sur,
que es donde miro yo si miras tu...
Tiene cuatro lágrimas guardadas
por si le dicen que no...
y un jardín de flores disecadas
pa´ emergencias del amor...
y una veleta siempre apuntando hacia el sur,
que es donde miro yo si miras tu...
"Carmen" de Luis Ramiro

Cuando no existía...

Hace más de cuarenta años, cuando no existían ni los blogs, ni los móviles, ni el ipod, ni internet, ni youtube, ni el .ppt, ni las cámaras digitales, ni el correo-e... Cuando ni siquiera había teléfonos fijos en todas las casas y la tele mostraba una realidad bicolor...

Intento imaginarme cómo surgían las cosas hace más de cuarenta años y lo sé porque me lo han contado pero, claro, me pregunto si seríamos nosotros capaces de danzar en ese baile sin ningún tipo de máscara...

Hace más de cuarenta años, en una tarde-noche de enero se conocieron en el cine que tan sólo ponía una película un día a la semana en una sesión y, por supuesto, en blanco y negro. Durante meses sus cuatro ojos se buscaron en la cola del cine, se sonrieron, pestañearon... Apenas cruzaron dos palabras. Meses después siempre la acompañaba a casa y se despedía de ella en la esquina de la estación de ferrocarril, exactamente donde ella vive ahora (ya sin él)... en ese cruce de caminos que separa los dos barrios... el Cristo y los Tres pasos... de esa ciudad pequeña y tan puramente castellana. Durante meses la acompañó hasta esa esquina y se despidieron con la mirada. Tiempo después sus vidas comenzaron a aproximarse a un ritmo que ahora se nos haría cansino, imposible, ... Él tuvo que irse 20 meses muy lejos a cumplir con el servicio militar y ella esperó cada día oyendo la radio y cosiendo con su hermana las noticias de él. Esas noticias no llegaban a diario, ni muchísimo menos, pero cuando llegaban... llegaban... y la llenaban de sonrisas y en sus fotos le veía, veía sus tremendos ojos negros, y le leía porque él nunca envió una foto sin dedicatoria. Y ella sonreía y le esperaba porque sabía que él vendría y que la televisión podría ser en blanco y negro pero su vida no iba a serlo nunca más. Y volvió en junio y en julio le dijo que no podía más, que la espera era ridícula, que no tenían nada pero tampoco lo necesitaban porque tenían 4 manos y dos corazones... y se fueron a buscarse un porvenir y, durante los años en el extranjero, vivieron la luna de miel que no pudieron pagar porque no tenían nada. Y a ella le valía con tenerle a él... Y, años después, cuando la vida le ha quitado de su lado, pronto, demasiado pronto, ella no tiene sms guardados en el teléfono móvil, ni fotos digitales, ni posts en el blog, ... ella tiene cuatro hijos y unos cuantos nietos, tiene mil recuerdos de una persona con sonrisa transparente y mirada produnda, tiene un huerto y un jardín moldeados con sus manos, tiene un montón de amigos que pasan y se sientan alrededor de la chimenea y lo nombran 1 y mil veces y lo añoran cada día más, tiene mil paseos bajo la lluvia buscando caracoles y mil paseos más después de la lluvia recogiendo setas... Lo tiene. Está. Alza la mano y está. Y ya no la abraza como ella desearía pero la lleva de la mano a cada lugar...

Le he dado la dirección de Libertad 8 porque quiero que la traiga este domingo...Sé que lo hará. Él era sabio...

Hace más de cuarenta años...

jueves, 6 de noviembre de 2008

Si las horas se empeñan en dar la vuelta al día y ponerlo patas arriba, ¡que lo hagan!
No diré que no.

Si te empeñas en hacerme reír a carcajada limpia, ¡házlo!
No diré que no.

Si asomas entre palabras cibernéticas, palabras... al fin y al cabo, palabras.
Me alegraré y seguiré invocándote.

Si los cuentos se empeñan en gobernar nuestras vidas y atraer sonrisas, abrazos y aplausos,
que lo hagan.
A estas alturas, no diremos que no... Estamos empezando a volar.

No diré que no.

Al habla con mi miniyo


Hoy, no sé por qué, pero me falta la sonrisa, bueno, sí que sé por qué pero ... "son problemas de grandes", así que prefiero reproducir una conversación con mi maga-quitapenas-miniyo-Lucía.


...
L: Tía, entonces... ¿por qué no vamos a ver High School Musical?
C: Luci, porque las entradas valen una pasta, no merece la pena.
L:Ya, y ¿por qué mi amiga sí que ha ido a verlo a Valladolid y ha ido con su hermana, con su tía, con su madre, con su prima??
C: Porque han ido... y yo qué sé...
L: Pero a tía Laura no se le ocurrirá estrenar mis pompones, ¿no?
C:Hombre, no creo que le de a tía Laura por montarle el numerito a J.A. y, si lo hace, qué bien, hija, un poquito de marcha...
L: Pues no me hace gracia. Seguro que él, mientras, hace cosquillas a la tía ...
C: Para eso quieres tú un novio, enana, ¿para hacerte cosquillas?
L: NO, NO QUIERO TENER NOVIO. YO QUIERO SER SOLTERA Y ADOPTAR UNA NIÑA PERO TENGO MIEDO AL AVIÓN... (¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!!!!!!!!!!)
(Yo con cara de póker paseando por la calle León)
C: ¿Te da miedo el avión?
L: Sí, tía, cuando yo adopte una niña bebecín, bebecín, tú, ¿serás muy vieja ya?
C: Hombre, Lu, te llevo 21 años, estaré en condiciones de ir a por la niña y, si me apuras, me traigo otra para mi.
L: Vale, hacemos un pacto, las dos solteras adoptamos una niña cada una del sitio ese adonde va el programa ese del recorrido tan largo... ¿sabes cuál?
C: Jajajajajajajajajaja sí, Pekín exprés. Mira, mejor, nos vamos en furgoneta a ver si, de aquí a allí, se te quitan las ganas de ser madre y dormir mal y soportar enanas petardas como tú!!!!
L: No te quiero, eh?
C: Ni yo...
L:Bueno, sólo hasta la luna ida y vuelta...
C: Y yo hasta marte... "hast'amarte"... jajajajajaja

Necesito una dosis de Lucía ya mismo.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Sobre el feng shui, las espirales y otras artes milenarias


Apenas hace un par de semanas que destruí una notita de papel que ingenuamente habitaba en mi libreta de los cuentos liberando, a conciencia, toda la energía que contenía la nota y que, a ratos, aplastaba la fantasía de mi cuento vital.

Yo soy adicta al feng shui, se me da mejor el material que el emocional, esta última técnica se me escapa un poquito de las manos aún. Los chinos hablan del feng shui, del chi, de la energía, de la sincronía con la naturaleza... y son sabios. Con esto no quiero hacer apología del consumismo e invitar a destruir y sustituir, no, para nada... Destruir, sí, lo que sea necesario, lo que contenga y retenga demasiada energía. Sustituir, no, de entrada, no, pero sí hacer hueco. Apartar el armario gigante de la ventana contra la que lleva apoyado años, si se quiere que entre la luz de una vez. La habitación a oscuras estuvo bien, durante un tiempo tuvo su cometido pero ahora, ahora ya no, ¡hay que apartarlo! Sí, quizás la luz envejezca antes el armario, acabe con su barniz... ¡¡¡¡ o no !!!!!

Tanto me gusta el feng shui como el sushi o los colores de Klimt ... He visto este cuadro 100 veces pero nunca, hasta hoy, me había dado cuenta de que las hojas son hermosas espirales y, la verdad, de los chinos me quedo con su chi, y de los bereberes con el concepto de espiral... existe una puerta de salida, aunque ahora estés en pleno remolino... Y me dijo el otro día Fede, filósofo ni más ni menos, que la espiral, el círculo... son, al fin y al cabo, metáforas, formas de hablar pero, con tu permiso, Fede, me quedo con la espiral porque me asfixia menos... me parece más positiva.

(No quiero ni pensar sobre qué acabaréis divagando hoy, teniendo en cuenta en lo que derivó el post de ayer).




martes, 4 de noviembre de 2008

No estás y no me quiero ir a la cama :-(

Ni lunis ni pezqueñines ni nada de nada... si no viene la luna, no me voy a la cama.

Sobre releer, reencontrarse...

(Para Rebe-Maga con amor jajajajaja con amor a la literatura, como tú).

Venía en el metro pensando que menos mal que los comentarios de texto los hacía cuando tenía apenas 15 años porque, si los hiciera ahora, se me iría demasiado la cabeza (y el corazón, en algunos casos)... Estaba leyendo "Coplas a la muerte de su padre" de Jorge Manrique, recordando cómo hacíamos antaño los análisis y preguntándome si ahora aprobaría Literatura también con tan buenas notas.

Digo tantísimas veces que hay libros que hay que releer a diferentes edades, con diferentes experiencias sobre la espalda. Y hoy me encontré las coplas pegaditas a la pared del vagón de metro y me di cuenta de que ya nada es como era... Una vez más siento que el arte está ahí en sus diferentes versiones (pintura, escritura, arquitectura, escultura...) para movernos las entrañas e identificarnos con él. Pero, evidentemente, ahora me identifico con él, con J. Manrique, desde otro lugar, desde otra experiencia muy diferente a la de los 15 años, cuando lo estudié, ahora me doy cuenta de que "qué presto se va el placer", qué pronto te fuiste... con la cantidad de cosas que teníamos que contarte y lo calentitos que eran tus abrazos...

Y con J. Manrique me sumergí en la nostalgia de una ausencia que no borra nada...


Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Luna, lunera...

¡¡¡¡¡... no me gustan las noches sin luna!!!!

A medio otoño ...


A medio otoño, a media luna (se aproxima su cuarto creciente), a medio camino entre lo que pasa y pesa y lo que llega y desvela, a media luz. Nunca me gustaron las a medias pero este es, evidentemente, un estado de transición inevitable.


Ya no hay tantas hojas secas sobre el suelo (hoy decidí rescatar un par de la escoba del barrendero y recordar este otoño porque sí, porque otros tantos fueron dignos de olvido pero este no), algunos árboles lucen atrevidos sus hermosos esqueletos mientras otros no son capaces ni de tomar el sol de invierno desnudos, eternamente cubiertos de hojas, eternamente ocultos en su timidez natural. Siempre hubo valientes...

El cielo tiene ya el color gris plomizo de los meses de puro invierno, las nubes se han enlazado tan profundamente que han perdido sus formas originales y las echo de menos porque ya no puedo fantasear cuando viajo imaginando que aquella nube es Zeus y aquella otra Diana... o aquella otra un columpio...

La luna comenzará a crecer este jueves para llenarse el día 13 y regalarnos una de sus mágicas noches.

Estado de transición del verano al invierno.

Si te identificas y te reflejas en los estados de la naturaleza, no te sientes nunca solo, ni muchísimo menos perdido. Encuentras la pauta e interpretas la espera.

Algo se está moviendo... bajo nuestros pies y por encima de nuestras cabecitas locas.

P.D. Carmen, espero que aquí puedas publicar tu comentario. Quité la otra entrada porque no la veías. Bienvenida.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Intensidad

Últimamente los fines de semana están llenos de experiencias y personas intensas. Temo a los lunes porque la intensidad baja y volver a la rutina me cuesta enormemente. Este fin de semana, para no ser la excepción, fue también especial. Un viernes lluvioso que comienza con un enfado espantoso con una rubia que no tiene ni idea de cómo funciona el tarjetero acaba siendo un viernes de risas, en la mejor compañía... Un sábado muy largo, tranquilo durante el día, se convierte en un barullo tremendo de personas y sensaciones, de mensajes verbales y visuales, de palabras interesantes y sabias, de ojos interesados, de micromomentos enlazados entre saltos de un lado a otro... y acaba a las seis y media de la mañana con una despedida en el metro de esas que te dejan pensativa y sensible durante mucho tiempo para, en apenas cuatro horas, dar paso al domingo, domingo de sorpresas una vez más... En esta ocasión el acompañante inesperado tenía tan sólo 4 años y cuentan que es experto en bailar con estrellas... por fin me ha dedicado sonrisas y mimos... tenía la espinita clavada, necesitaba sentir que podía conquistar a Namid :-) y lo he sentido y espero que se coma mi piruleta de corazón...

Ha comenzado noviembre y no ha comenzado nada mal. Desde hace tiempo los meses pasan volando en este Madrid que un día, hace apenas dos años y medio, yo denominaba "mi jaula sin barrotes". Madrid ha cambiado de color y de significado para mi gracias a 1 y 1000 personas... Y estoy orgullosa de todos y cada uno de ellos y de mi misma por ser capaz de levantarme un día y decidir pasar página, a pesar de los pesares...

Buenas noches!