Bailar al son del tic-tac que resta.
Encontrarte bajo mis sábanas.
Celebrar tu piel con mordiscos.
Echarle un pulso a la Alhambra.
Untar tostadas con strawberry jam.
Hacer sonar cascabeles.
Pintar de rojo mil madrugadas.
Espantar miedos,
pronunciar en alto los sueños,
barrer penas,
contar pelusas
y amontonar sonrisas.
No mirar ni hacia abajo,
ni hacia atrás.
Echar de menos la poesía.
¿el infierno son los otros?
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El gato era pequeño. De tan pequeño, podríamos asegurar que sólo tenía
cabeza. Ni tronco ni extremidades, sólo cabeza. Estaba hambriento, era
evidente, s...
Hace 3 semanas