Te propuse poner Madrid patas arriba, hacer surcos en sus calles de tanto caminarlas, estirar tanto los días que parezca siempre verano, subir siempre la Gran Vía con los ojos de sorpresa de la primera vez y volver a los lunes con pereza sonriente.
Y tú aceptaste sin peros ni "y si".
¿el infierno son los otros?
-
El gato era pequeño. De tan pequeño, podríamos asegurar que sólo tenía
cabeza. Ni tronco ni extremidades, sólo cabeza. Estaba hambriento, era
evidente, s...
Hace 3 semanas