jueves, 12 de enero de 2012

Exposición al arte (bestial)

De frente. Los poros abiertos de piernas. De repente, ojos, boca, nariz, manos, pies... norte, sur, este, oeste... mi yo latiendo desbocado (pero en silencio). Ella corría en locura circular y yo la miraba con las córneas deshidratadas. Ella danzaba con cada uno de los elementos dispuestos alrededor del círculo y nosotros, los espectadores, permanecíamos tan quietos que parecíamos las columnas de un mausoleo griego. Ella sufrió y nosotros también. Ella desapareció y nosotros, encogidos sobre nuestros poros, huimos...