- Acaba el último trago y nos vamos.
- ¡Acabamos de llegar!
- Lo sé pero soy incapaz de sostenerte la mirada durante más tiempo.
- No me mires a los ojos...
- Lo he intentado también pero no es posible.
- (Jajajajajajajaja) Somos mayorcitos. Deberíamos controlar un poquito las ganas, ¿no crees?
- ¿Controlar? Te espero en el de señoras... ¡siempre está más limpio!
Y al retirarse le rozó la boca pausadamente en una caricia intensa y lasciva, presagio de todas las tormentas que se desatarían después contra la pared.
¿el infierno son los otros?
-
El gato era pequeño. De tan pequeño, podríamos asegurar que sólo tenía
cabeza. Ni tronco ni extremidades, sólo cabeza. Estaba hambriento, era
evidente, s...
Hace 3 semanas