sábado, 15 de noviembre de 2008

Desordenando la felicidad,

me encontré con la vida.



AJO de su libro "Micropoemas 2"

viernes, 14 de noviembre de 2008

B.S.O. de una mañana de viernes

DESEO: Leer el pensamiento ajeno
REALIDAD: Soy torpe, no sé hacerlo.

Mientras tanto, escucho a Macaco ...

... Seré, seré, seré, se, lo que busque y lo que encuentre y al salir de mi escondite no sabré si fui o si vine mientras griten las sirenas, un futuro incierto llega. Soltaron los mandos del timón, a veces la vida te trae el resbalón.

Seré, seré, seré, se, coseduras y remiendos, que se hilvanan entre dedos son los suyos, son los nuestros coseré una tela desde la razón saltaré en picao al corazón, miraré a mis pies pidiendo sujeción a veces la vida te trae el resbalón.

La vida se cose con hilo fino, la vida es un traje a medida, oye.
La vida no tiene patrones no, la vida con hilo y aguja pasa la vida.

Je serai, serai, serai, ce que je cherche ce que je trouve en sortant de ma cachette. Je portais ou rien je revenais, pendant que crient les sirènes un futur incertain arrive, ils ont laché le gouvernail parfois la vie, la vie est une glissade...

"Hilo y aguja" de Macaco

jueves, 13 de noviembre de 2008

Ritos necesarios

"El principito volvió al día siguiente.

-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ej., a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré así lo que vale la felicidad!. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -inquirió el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra."

Él volvió cuando le dió la real gana, porque así es él.

- Hubiera sido más lógico y normal - dijo ella - que respondieras cuando tenías que responder o que llamaras a una hora prudente. Si llamas, por ejemplo a las diez, me encuentras feliz en la barra de un bar, bebiendo vino tinto en grata compañía, sonriente, con petazeta en la garganta, con palabras dulces que te hubiera regalado "por ser tú" ... A las 12 seguiré despierta y veré la luz del teléfono, aunque ya lo haya silenciado. Pero a las 12 y diez, ya no veré nada. Me habré ido en sueños a otro lugar, de la mano del hombre de la arena quizás. Cuanto más avance la noche, más lejos estarás de encontrarme. Y es que para mi dormir por la noche es necesario.
- ¿Dormir por la noche?
- Sí, ya sé que para ti es algo olvidado - explicó ella sin ganas ya-. Es lo que marca la diferencia entre tú y yo, cuando tú asomas, yo me escondo porque somos irremediablemente opuestos, soy tu yang, aunque no lo quieras oír.

martes, 11 de noviembre de 2008

HUMANIZAR

No como contrario a "deshumanizar", que de eso esta ciudad sabe mucho, si no como contrario a "idealizar".

Te subí al pedestal porque en tu boca las palabras sonaban tan bien, las experiencias eran tan únicas, tu sensibilidad tan especial y tu carita tan linda... Te subí al pedestal porque abriste una puerta y entró luz y eso me gustó y me sentí agradecida y, a veces, cuando algo me deslumbra, tardo en recuperarme y en mi armario de los trastos hay unos cuantos pedestales esperando ser ocupados.

Te subí al pedestal yo solita y solita tuve que bajarte. Culparte no es posible porque no tienes culpa alguna.

No te culpo, te humanizo, te doy sólo características humanas y, por supuesto, te enfadarás, llorarás, huirás, volverás, te reflejarás en cientos de miles de ojos que no son los míos, te identificarás con otras palabras y corearás otras canciones, ... y yo no podré reprochar nada porque, realmente, yo fui quien se empeñó en subirte al pedestal y en hacer que la perspectiva con la que te miraba no fuera la natural.

Te humanizo y tampoco te estoy disculpando. No. A estas alturas cada cual que se responsabilice de lo suyo, ¿o no?

Y, ahora, te tengo aquí a mi lado, a mi altura y al reflejarnos en el espejo, lejos queda ya la locura, al reflejarnos en el espejo te veo... Con tus ojos perfectos y tu boca imperfecta, con tus ojeras, tus pecas, tus granos y tu sonrisa eterna... (que no etrusca)... y me gustas, claro que sí, me gustas como ser humano y continúo admirándote pero desde otra perspectiva, desde el tú a tú...

Te humanicé y fuimos felices y comimos perdices... Y, de paso, tú me humanizaste a mi y dejé de decepcionarte con mi locura obsesiva.

En el fondo, puedo ser muy tierno, muy cálido y, a la vez, cuando se me ocurre,puedo ser también tan frío y brutal como un monstruo. Existen en mí esas dos cosas. Soy una paradoja viviente. . . . H. Miller

lunes, 10 de noviembre de 2008

Huir


(Ilustración publicada hoy en EL PAÍS digital, no encuentro el autor...)


Lo que hace tiempo no se atrevió a llamar "huida", se atreve ahora a llamarlo así. Huida de sí misma y de ese "allí" que asfixia.

Y ya se le había olvidado el mecanismo de huida, y ya se le había olvidado la sensación de no pertenencia, el sentimiento de pérdida, de desarraigo... y pensaba que estaba todo colocado

hasta que...

de una patada se lo descolocaron por completo,
con un único soplido, salieron volando todos los naipes

y

volvió a contemplar la situación
y volvió a querer huir...

Ahora huir ya no es tan fácil porque hasta para huir hay que tener la cabeza sobre los hombros
pero, de repente, alguien o algo te da la clave para que te des cuenta de que sí, el siguiente paso es la huida. Las personas condenadas al exilio, sólo pueden vivir felices proyectando su vida en otro lugar, una vez más, comenzar a constuir el castillo de naipes desde abajo... aún sabiendo que un soplido de cumpleaños feliz podrá derribarlo de arriba a abajo.

Y aunque sepas que nadie tiene derecho a derribar tu castillo de naipes,
le das permiso...

y huyes.

Una vez más.