sábado, 18 de abril de 2009

Crónica de una guarrilla tardía

"A mi me da igual, total me lo voy a echar por encima"...

- Ah, entonces, sería mejor que se llevara usted el de 88% cacao porque le vendrá fenomenal para la piel - le dijo el dependiente de La juguetería en Chueca.

- Ya, pero no estoy segura de cómo va este hombre de lo suyo, hace tiempo tenía alergia al huevo, no vaya a ser que contenga huevo el mejunge este, y "creo de que" el 88 no es buen número. No, sin duda alguna no es buen número... ¿No hay nada del 69?

- No, tuvimos del 69 pero un tabicador de los de hombros de 1,20 m. y manos tan grandes como mi cabeza se llevó todas las existencias. Parece ser que tenía claro lo que iba a hacer con ello...

- Lástima, estaba pensando en hacer algo realmente heavy, y el chocolate con leche me parece para otras edades, yo me veo mayor para andarme con chiquitas... rollo violación... últimamente me ha comentado una amiga que la única manera realmente eficaz de quitarle el óxido al séptimo chakra es a lo bestia, con pico y pala, vaya... no sé, estoy dudosa... mmmmmm. Vuelvo dentro de media hora y le cuento.

- No se preocupe, aquí le esperamos.

Horas después, agotó todas las existencias de 88, 69, 45 y 99% que había en la tienda...
Cada una de sus amigas le había aconsejado una cosa y ella, tan indecisa como siempre, había optado por lo fácil... COMPRARLO TODO, ABSOLUTAMENTE TODO... ¿Cómo podía ser un problema tan grande elegir el bálsamo que acabaría echándose por encima? Y así con todo...



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Sin más comentarios. Ocaso de una noche de locos y locuras ;-) Tengo resaca y una ilustre Madame me debe una botellita de ron jajajajajajajajajaja

viernes, 17 de abril de 2009

... tumbémonos a soñar ...
Hay quien dice que ponerte algo del revés sin darte cuenta es la señal de que ese día recibirás una sorpresa.
Recuerdo que hace meses me sucedió y se cumplió.
Esta mañana, a la luz de media luna, me puse el pijama del revés al levantarme de la cama... ummmmmm...
¡¡¡¡¡quiero mi sorpresa!!!!

jueves, 16 de abril de 2009

Remedio contra un jueves gris


Un columpio de palabras,
una siesta en la buhardilla y
un trago de ron miel.

miércoles, 15 de abril de 2009

Mudando la piel

Es tiempo de sembrar de nuevo, de mudar la piel, de prepararla para el sol del verano, de comprar billetes de avión a sueños lejanos, de mirar hacia adelante, de decir "Hasta luego" o "Hasta nunca", depende a quién o a qué.

A ratos pienso que fue tan efímero como las flores de los almendros.

Las flores de los almendros son valientes, explotan rosas ante nuestros ojos, gélidos de invierno, abren el fuego calmo de la primavera, y se las lleva siempre el ventoso abril. Mueren aplastadas contra el cemento de las calles de la ciudad o despistadas entre hierbajos en el campo.

Como bien dice el Hada, el tiempo que ha durado nos ha enseñado muchas cosas, en lo humano y en lo profesional, nos ha acercado a personas maravillosas, ha bañado sonrisas y tristezas en ron miel, ha dado calor a los meses fríos de invierno, ha estrechado lazos, ... a mi, a mi personalmente, este tiempo me ha dado la respuesta a por qué quiero estar ahí y ese es el gran
regalo que me llevo.

Una vez más, la vida no nos deja acomodarnos, nos empuja a vivirla, a sonreírla, a disfrutarla... ¡a crearla!

Y la intensidad importa, una vez más, muchísimo más que el tiempo que duró. Fue intenso lo que vivimos en el Oeste, tanto como maravilloso es el poso que deja esta experiencia.

Toc toc... una nueva puerta se abre... ¡vénte!

martes, 14 de abril de 2009

Colada de pensamientos

Centrifugados ya los pensamientos,
teñidos de sentimientos desválidos,
se pierden las palabras en el túnel que traza la mirada que ya no es,
resuenan las viejas canciones de Sabina grabadas en cinta de 90',
se seca al sol lo que fui,
se emborronan los colores en mi retina
y lloro arcoiris de ceniza gris
mientras
miro al horizonte,
me abrazo,
me mezo al escuchar el tic tac,
tengo prisa,
no tengo tiempo para hacerlo mejor (ni suficientes pinzas),
en el hueco vacío de sol que dejó tu sombra
tiendo una sonrisa.
Soplo.
La sonrisa permanece inmóvil,
tendida en silencio.
Soplo otra vez.
Está inerte. Qué gran contradición.
Stop. Stop. Stop.
¡Se me olvidó poner la protección antiarrugas!
Centrifugará a 1.800 r.p.m. y todo saldrá arrugado
(y extra seco).
Volver a empezar.
Recordar. No centrifugar la ropa delicada.