miércoles, 22 de mayo de 2013

Miércoles de volanduras

Escena 1: Sentimientos y pensamientos se convierten en un ovillo que va creciendo por momentos. En mi ceguera nerviosa soy incapaz de encontrar el extremo, de tirar para deshacerlo, desatarlo y volar... A mi alrededor todo revuelto y agobio. Parezco condenada a hacer un mundo de los contratiempos del día a día, de las "contrapersonas" del día a día.

Escena 2: Apareces. Me miras sonriente. Me comentas que aquel argentino con acento francés cuya voz se enreda en las entrañas y no se olvida nunca... un día posó sus palabras sobre Mafalda. No puedo evitar sonreír y sonrío... Encuentras el extremo del ovillo y tiras...

Escena 3: ¡Volamos juntos!

FIN

jueves, 21 de marzo de 2013

En el día de la Poesía...


Ángel González




ME BASTA ASÍ



Si yo fuera Dios

y tuviese el secreto,

haría

un ser exacto a ti;

lo probaría

(a la manera de los panaderos

cuando prueban el pan, es decir:

con la boca),

y si ese sabor fuese

igual al tuyo, o sea

tu mismo olor, y tu manera

de sonreír,

y de guardar silencio,

y de estrechar mi mano estrictamente,

y de besarnos sin hacernos daño

-de esto sí estoy seguro: pongo

tanta atención cuando te beso;

entonces,

si yo fuese Dios,

podría repetirte y repetirte,

siempre la misma y siempre diferente,

sin cansarme jamás del juego idéntico,

sin desdeñar tampoco la que fuiste

por la que ibas a ser dentro de nada;

ya no sé si me explico, pero quiero

aclarar que si yo fuese

Dios, haría

lo posible por ser Ángel González

para quererte tal como te quiero,

para aguardar con calma

a que te crees tú misma cada día,

a que sorprendas todas las mañanas

la luz recién nacida con tu propia

luz, y corras

la cortina impalpable que separa

el sueño de la vida,

resucitándome con tu palabra,

Lázaro alegre,

yo,

mojado todavía

de sombras y pereza,

sorprendido y absorto

en la contemplación de todo aquello

que, en unión de mí mismo,

recuperas y salvas, mueves, dejas

abandonado cuando -luego- callas...

Escucho tu silencio.

Oigo

constelaciones: existes.

Creo en ti.

Eres.

Me basta.



viernes, 15 de marzo de 2013

Un viaje en Metro metáfora de la sociedad actual

Vuestros ojos pegados a frías pantallas en color de iPhones, iPads, iPods, Kindles, eReaders, Tablets,... y otra serie de artilugios que nunca os secarían una lágrima, si la cayerais, ni os darían la réplica a un chiste, que tampoco os agradecerán nunca un gesto de humanidad.

(¿Humanidad? Eso iba de "humanos", ¿verdad?).

Mientras tanto una mujer con las piernas hinchadas por los años y el trabajo, por los madrugones de días infinitos y semanas que discurren una tras otra sin la pausa necesaria de las vacaciones, sube al vagón, os mira cansada, se aferra a un hueco en la barra y cierra los ojos. Le interrumpe mi voz ofreciéndole mi sitio y, al levantarme, me agarra para apoyarse en mí y acercarse a ocuparlo sin caerse con el traqueteo del tren, y me da las gracias con una sonrisa enorme de dientes blanquísimos y ojos cansados.

Viajar en metro es toda una metáfora de la sociedad actual. Todos tan inmersos en nuestros problemas, ahogando nuestras penas en artilugios que nunca empatizarán con nosotros, ni nos harán una caricia en la mejilla que sirva para relajarnos y sentirnos acompañados, pero que tampoco esperarán nada de nosotros. ¿De verdad no tenemos tiempo para mirarle a la cara y cederle nuestro asiento? ¿Acaso nuestras piernas de oficinistas treintañeros no nos sujetan durante 10 minutos y nos dan la oportunidad de morder un poquito de esa palabra "humanidad"? Estamos perdidos y, lo peor de todo, perdidos en la soledad de la sociedad virtual. Cada uno por un lado con nuestros iPhones, iPads, iPods, Kindles, eReaders, Tablets,... ciegos. Inhumanizados.

martes, 12 de marzo de 2013

Martes nublado o cómo no ser capaz de asumir el amor mayúsculo... EL AMOR MAYÚSCULO

Te ríes cuando te cuento que hace años quería un perro de las praderas y que, tiempo después, me entretuve tirando el dinero tratando de alisar lo que no es alisable en mis cartucheras... Te ríes, cabeceas, me miras y sé que lo que te cuento de mi vida sin ti no es suficiente para que te hagas una idea de cómo era mi cabecita de cristal, soñadora y transparente siempre, y sobretodo llena de mercancía frágil.

Muchas veces hemos hablado del momento en el que nos cruzamos y hemos concluido siempre que antes hubiera sido imposible. Con el tiempo soy más y más consciente de hasta qué punto yo no estaba preparada para algo así... Leía, escribía, hablaba de VOLAR pero no tenía ni idea de lo que eso significa realmente, VOLAR CONTIGO es vivir llena de sonrisas, es apartar a manotazos todo lo que cuestiona mi forma de ser y acceder al mundo por la puerta de la tolerancia.
Quizás por eso, en días nublados como hoy, me entretengo pensando que en mi afán por conseguir mi licencia de vuelo, la inexperiencia me llena de pánico porque conozco cómo es esa existencia pedestre y no la quiero.

Quizás por eso, en días tristes como este martes, me acuso a mí misma de torpe. He soñado historias de amor, incluso he narrado historias de amor y lo he hecho, además, con todo lujo de detalles. He añorado una historia de amor en la que la magia no caducara y los detalles llenaran las rutinas. Pero se me olvidó deseármelo con los ojos cerrados y apretados bien-bien-fuerte y, sin embargo, me está sucediendo contigo y, a veces, soy tan torpe que me asusto... y en cuclillas te miro a los OjOs y me doy cuenta de que VOLAMOS JUNTOS, pegadísimos.

viernes, 15 de febrero de 2013

(...) porque las vacaciones en Rota se inauguran para mí a la hora de la siesta, con el sopor de la tarde y las aspas del ventilador convirtiendo el dormitorio en un Caribe lento y amable, junto al desnudo de tu madre.
¿Ya estamos? Perdón, Lola, perdón, Ana, pero ya estamos otra vez. Hablo de hombre a hombre con mi hijo, mayor de edad y dueño de sus actos, como yo de los míos. Es esa imagen, esa realidad, la que delimita mi territorio, la que me permite sentir en la penumbra que ya estoy en mi verano, en mi sitio, en mi lugar perferido, dispuesto a dejarme llevar por el deseo de hacerlo todo o de no hacer nada, por las olas de un mar en calma que me permiten ser y estar, nadar en las profundidad y en la superficie, abrir y cerrar los ojos, ser el amor de un tiempo propio. La penosa madurez ha hecho posible que en cualquier lugar del mundo pueda negociar, o fingir negociación, con un tiempo extraño y ajeno. Pero aquí, además, el tiempo es un asunto propio. Y las cosas están en su sitio. Tu cicatriz en la pierna, Lola, necesitaba más que cualquier otra cosa la primera siesta en Rota para encontrar un hueco en la jerarquía de nuestras vidas. Una metáfora perfecta y hecha a mi medida, una cicatriz en el paraíso. Así que déjame hablar. (...).

Luis García Montero, "No me cuentes tu vida".

miércoles, 23 de enero de 2013

"Ojalás" necesarios...

Los caminos del viento, Eduardo Galeano
(Palabras de agradecimiento, al recibir el Premio Stig Dagerman, en Suecia, el 12 de septiembre, 2010)



Querido Stig:

Ojalá seamos dignos de tu desesperada esperanza.

Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.

Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.

Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, como han sido llamadas locas las Madres de Plaza de Mayo, por cometer la locura de negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.

Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.

Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.

Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.





viernes, 18 de enero de 2013

Encuentros

¡Qué mágico es vivir en el amor! Tan mágico que me hace encontrarnos en cada abrazo bello que veo.

Y ayer lo ví y me lo llevé. Y hoy quise que fuera ya sábado para despertar abrazándote y no tener que salir de ese círculo que describen tus brazos y esconden las sábanas, convirtiéndolo en el refugio ideal.

martes, 15 de enero de 2013

Reflexión triste de una mañana de martes (tras ver "Amor")

Hoy amanecí pensando en las personas que nos dejan y en cómo nos dejan. Evitando que mis pensamientos me hagan llorar.

En el tamaño que tiene SU ausencia para mi, y en el que tiene para ELLA. Tristemente mi cabeza ha llegado incluso a pensar en cómo me sentiría con TU ausencia y he evitado llorar ahora por algo que no está sucediendo. He evitado el llanto estúpido de quien anticipa acontencimientos, tristes para más "inri".

Andaba liando también historias de amigas de aquí y de allá y he llegado a la conclusión de que una buena amiga debe olvidar. Escuchar y vaciarse, cuanto más rápido mejor. No dejar que las cosas se enganchen. Sin intención ni pretensión pero si dejo que vuestras cosas se me enganchen, cuando perdonáis, yo no soy capaz de perdonar y entonces una carta cae de nuestra frágil torre de naipes. En este caso, evito gritar.

Qué gran suerte la de quien olvida fácilmente. No es mi caso. Por eso, ausencias y confesiones se cuelan y se quedan conmigo... Y ahora sonrío pensándome agujereada como un queso gruyer. Agujereada pero viva. Ahí está la clave, en que las cosas calen y dejen su hueco, con su poso.