De granados y calabazas.
De canela y verde batracio.
De membrillos y membrillas.
De naranjas nuevas.
De besos incandescentes.
De higos almibarados.
De atardeceres interminables (sin ti)
y amanceres fugaces (contigo).
Otoño con sabor a piruleta,
ritmo de cuenta atrás feliz
y olor a celebración.
Otoño. Tus ojos. Y esa promesa
de besarme
por cada "s" perdida,
abrazarme por cada "s" olvidada
y borrar las despedidas
convertida en rutina.
Otoño. Tu abrazo. El placer
de bailar en la mejor compañía.
La certeza de saber volar bien.