Después de poner a hervir todos los ingredientes que indicaba la receta, lo batí y lo pasé por el colador. Colgando de su red metálica quedaron las desconfianzas, los miedos, las inseguridades, las luchas internas, ... el resto reposa y toma consistencia en un molde cuya forma aún no puedo revelar. Lo probé, lo probé antes de ponerlo en el molde y aún navega su sabor por mi paladar.