jueves, 16 de julio de 2009

30





1 ausencia infinita

2 almas gemelas

3 personitas que alegran siempre mis días

4 amores pasados

5 lugares vividos


6 piruletas

y un beso eterno de capítulo 7

8 paraísos perdidos

9 años junto a Lucía

10 abrazos irrompibles

11 años disfrutando de los ojazos de Guillermo

12 años viviendo el mundo lejos de mis raíces

13 sueños traviesos

14 versos que rezuman tu recuerdo

la página 15 de "El libro de los abrazos" de Eduardo Galeano contiene un cuento que es la voz de las Bernardas...

un día 16 de agosto para levantar el vuelo y aterrizar lejos


17 vestidos de verano


18 viajes pendientes (o más)

nos vemos hoy a las 19 (y 30), de blanco, ¿recuerdas?

20 razones para no olvidarte

21 casualidades

22 lunas

un 23 de agosto grabado a fuego

un encuentro afortunado con el ron miel a los 24

25 años usando gafas

26 pares de pendientes

27 gominolas color fresa

28 aleteos de mariposa de alas roja

29 años celebrados como 9 y vividos como lo que eran

y, finalmente, hoy, 30 años... soñados, vividos, disfrutados, reivindicados,
llorados, ...







miércoles, 15 de julio de 2009

Regalos

"¿Me regalas una nube?"

Y, no sólo me la regaló, si no que, además, me regaló unas preciosas alas para llegar hasta ella.
Sonreí y pensé que no, no era etéreo.

martes, 14 de julio de 2009

Lo sé

La tristeza puede incluso nublar el sol.
Mirad el cielo de Madrid... ahora mismo
no tiene nada que ver con el de hace unas horas,
¿verdad?
Cuando la tristeza es grande,
ni el sol de julio
puede con ella.

La casa de las lilas y los tilos

Hace tiempo que modifiqué mi trayecto matutino para pasar por esa calle y, en concreto, para ver esa casa y soñar la vida que la llena (además de cómo la llenaría yo con mi vida). La casa de las lilas y los tilos, un oasis en pleno Madrid, al lado de la caótica Plaza de Castilla. Balcón de madera pintada de verde-bosque-en-penumbra, ventanales cubiertos por visillos blancos que impiden las miradas curiosas al interior, tapia blanca a la altura de la cadera seguida por una densa enredadera de flores moradas que se abren al atardecer y se cierran cuando el sol comienza a apretar, hermosos tilos abrazándola y cientos de lilas que perfuman toda la calle. Naturaleza casi salvaje, nada está ni (demasiado) arreglado ni (demasiado) desaliñado... parece como si cada árbol tuviera su lugar privilegiado y le dejaran campar a sus anchas y expandir sus ramas sin cortarle el paso o pretender darle formas decorativamente "bonitas". Cada árbol cuenta su vida a su manera.

En mi soñar matutino siempre pensé que esa casa y esos árboles sólo podían pertenecerle a un hombre guapo con barba espesa negra y pelo largo, con manos grandes expertas en acariciar árboles y plantas, con mirada profunda que ve más allá de las hendiduras, que lee más allá de las piedras... Me imaginaba a un hombre bohemio que por las noches se sentaba a ver la luna en el balcón mientras bebía una copa de buen ribera y descifraba las historias que cuentan las lilas.
Feliz en su soledad buscada. (No, a ella no me la imaginaba).

En mi despertar matutino de hoy he conocido al dueño de la casa de los tilos y las lilas. Un BMW inmenso le esperaba con el motor encendido y la puerta abierta. Parecía habérsele olvidado algo, he visto la puerta de la casa entreabierta y a una mujer bien vestida con tacones altos que le alcanzaba un sobre y le daba un beso rápido en la mejilla. Él ha cerrado la puerta de la casa y se ha metido en el coche con prisas... Me ha cedido el paso y le he mirado a los ojos que eran lo único que coincidía con su imagen en mi sueño. Profundos. Infeliz en su perfecta y encorsetada vida para dos.

lunes, 13 de julio de 2009

Te espero en la cara en penumbra de la luna ...

Hace calor

... tenemos tanto calor que aceptamos cualquier cosa
que mueva el aire como animal de compañía...

En "La libélula" de R3