miércoles, 24 de febrero de 2010

E
s
t
o
y
mu
dán
do
me
a
tu
Primavera...

domingo, 21 de febrero de 2010

En mi vuelo particular

No llueve por encima de las nubes
y tampoco anochece
si tú no has llegado.
Sólo existe el atardecer
cuando sucede entre tus brazos
y lo mismo sucede con el amanecer
sólo que, además,
ese abrazo es desnudado
y lleno de roces,
atrevido
y rebosante de mordiscos,
sonriente
y reclamando gemidos.


No llueve por encima de las nubes
por eso esta mañana bien pronto
engrasé mis alas
e inicié este vuelo tan particular
a un lugar que no entiende
de prisas,
miedos
o excesos,
al lugar donde la única prisa
es la que tengo ya por verte,
el único miedo
que tenía se jubiló
anticipadamente
(no vaya a ser que sea verdad
aquello de los 67)
y los excesos son obligatorios
si tienen bocas
y manos
que los ejecutan.


¿Sabes?
Por encima de las nubes, no llueve,
y ella te espera brillante
sonriendo verticalmente.