domingo, 2 de noviembre de 2008

Intensidad

Últimamente los fines de semana están llenos de experiencias y personas intensas. Temo a los lunes porque la intensidad baja y volver a la rutina me cuesta enormemente. Este fin de semana, para no ser la excepción, fue también especial. Un viernes lluvioso que comienza con un enfado espantoso con una rubia que no tiene ni idea de cómo funciona el tarjetero acaba siendo un viernes de risas, en la mejor compañía... Un sábado muy largo, tranquilo durante el día, se convierte en un barullo tremendo de personas y sensaciones, de mensajes verbales y visuales, de palabras interesantes y sabias, de ojos interesados, de micromomentos enlazados entre saltos de un lado a otro... y acaba a las seis y media de la mañana con una despedida en el metro de esas que te dejan pensativa y sensible durante mucho tiempo para, en apenas cuatro horas, dar paso al domingo, domingo de sorpresas una vez más... En esta ocasión el acompañante inesperado tenía tan sólo 4 años y cuentan que es experto en bailar con estrellas... por fin me ha dedicado sonrisas y mimos... tenía la espinita clavada, necesitaba sentir que podía conquistar a Namid :-) y lo he sentido y espero que se coma mi piruleta de corazón...

Ha comenzado noviembre y no ha comenzado nada mal. Desde hace tiempo los meses pasan volando en este Madrid que un día, hace apenas dos años y medio, yo denominaba "mi jaula sin barrotes". Madrid ha cambiado de color y de significado para mi gracias a 1 y 1000 personas... Y estoy orgullosa de todos y cada uno de ellos y de mi misma por ser capaz de levantarme un día y decidir pasar página, a pesar de los pesares...

Buenas noches!