... que cambié de olor,
de papel y de piel.
... que dejé de rebuscarme
para encontrarte y preferí
comenzar a olvidarte.
... que rompí los abrazos en dos
y te envié tu mitad.
... que entendí que nuestro círculo
se cerró.
... que destejí las casualidades
y las guardé en el cajón.
... que desalé la mariposa
y ahora me gustan los gusanos.
... que puse a macerar mis sueños
y cada día los ingiero con rigor,
en tres tomas cada ocho horas.
... que dejé en paz a la luna
y me tumbo al sol desnuda
escuchando mi canción.
... que no te olvido del todo
¡porque no me da la gana!
¿el infierno son los otros?
-
El gato era pequeño. De tan pequeño, podríamos asegurar que sólo tenía
cabeza. Ni tronco ni extremidades, sólo cabeza. Estaba hambriento, era
evidente, s...
Hace 3 semanas
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