... y regalarte cada mañana de viernes una poesía.
Y atravesar el quicio de la puerta (ya) echándote de menos.
Y descontar minutos hasta tu siguiente sonrisa.
Y desear los viernes despegados de la silla y
los desayunos de los sábados con pan recién tostado,
mermelada,
mantequilla.
Y repetir verano en el fin del mundo.
Así transcurren nuestros años juntos.
Deslizándose alegres por tus OjOs de OtOñO.
mi hogar en cualquier sitio
-
*a Sendoa Bilbao*
«El día más insospechado
me desperté con la entereza
de no hablar más de mi pasado
y perdí peso en la cabeza».
Antonio Vega
Aprendí hac...
Hace 1 semana
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