jueves, 12 de febrero de 2009

Entre realidades y sueños...

Se encuentran donde no debían encontrarse.
Él se sorprende, no la esperaba.
Ella no se sorprende, aunque tampoco le esperaba.
Comparten una conversación trivial con el resto de personas que están sentadas alrededor de la mesa.
Ella siente que tiene balas alojadas en la garganta y dispuestas a salir y estrellarse contra los ojos de él.
Él no tiene ni idea de lo que siente o no siente, lo único que sabe con certeza es con quién se levantará de la mesa segundos después.
El dexeo flota en el aire sin intenciones de poseer a nadie.
Se habla del dexeo, como se habla del amor, como algo ajeno a todos los allí presentes.
Desde fuera, alguien que conoce a todos y cada uno de los comensales, se ríe a carcajada limpia y les lanza una mirada que traducida en palabras grita "Inconscientes".
Él hace un comentario que debía sonar banal y tener tono jocoso y, de repente, a ella le sangra un oído mientras retumban en su tímpano descarnado las risas que aplauden el comentario.
Entonces ella se levanta y dice que se va a su vida.
Él se levanta detrás de ella.
Y la otra ella se levanta también.
Se levantan de la mesa 1, 2, 3 y mil a la vez... Unos siguen a otros en un desfile esperpéntico.
Ella quiere irse sola.
Él realmente no quiere irse con ella.
En la boca de metro, él le devuelve las claves que le robó
y ella les ve irse juntos y observa que entre ellos dos
no hay espacio ni para respirar.

Coge aire y despierta a una mañana de sol.

--------

"Venga, sueña tú la lluvia,
yo soñaré el sol. Habrá mil colores
para pintar este día
y cien más".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Dónde están las piruletas?
Yo soy de moras y de cocacolas.
Espero que se quedara con la más guapa.
alvenc

Anónimo dijo...

Yo,digo yo, a veces necesito estar sola y asi lo expreso para que nadie se sorprenda. Si alguien me sigue, se lo repito. Si continúa siguiéndome llamo a mi propia policía... y me pongo muy desagradable...

M