Por ser éste el más suculento manjar,
por tratarse esta vez de uno de mis platos más elaborados,
entiende que me preocupe tanto cada detalle,
entiende que no pueda conformarme con cualquier cosa,
que busque hasta encontrar lo mejor,
que me esmere en su preparación,
que me entristezca si me salto algún paso,
si no consigo darle el punto que quiero.
La elaboración es deleite,
aunque vaya acompañada de un interrogante
lleno de nervios y miedos: ¿saldrá bien?
¿le gustará tanto como a mi?
Cocinar para un paladar exquisito como el tuyo,
no es fácil.
Menos aún cuando se trata del más sublime manjar.
Cada beso cuenta.
mi hogar en cualquier sitio
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*a Sendoa Bilbao*
«El día más insospechado
me desperté con la entereza
de no hablar más de mi pasado
y perdí peso en la cabeza».
Antonio Vega
Aprendí hac...
Hace 2 semanas
2 comentarios:
Qué bonito..
Ay, has expresado perfectamente lo que me pasa cuando me aboco a la placentera tarea de cocinar...
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