viernes, 15 de enero de 2010

Mientras la gata mansa dormía soñando que la dibujaban tus dedos, la gata alocada salía a buscarte dese(o)sperada y tropezaba con la realidad de las calles vacías de ti.

1 comentario:

Claudia Sánchez-Ponce dijo...

entre el rojo vermell y las gatas dese(o)sas no sé ya si creerme que eres tú la que escribe o pensar en una burla macabra del destino

ayy Mentxu, qué complicado es tot

Muacka