jueves, 14 de enero de 2010

Rojo bermellón

Con o sin invitación, hace tiempo que me paseo por el tejado de tus sueños.
A veces, como gata mansa y mimosa que busca acurrucarse entre tus locuras, sin censura, bajo tus labios indiscretos, repletos de besos sin fin, sobre tus muslos, sin peor intención que la de atraparte y devolverte a la vida más tarde.
Otras veces, como gata en celo, revoltosa, que no deja de hacer sonar el cascabel, bailando entre tus manos, contoneando la silueta curvilínea que tus dedos describen sobre las sábanas cuando no estoy, reflejándome en tu mirada ansiosa, paseando por el quicio de tu boca entreabierta que espera la oportunidad para morder mientras me desea en bocanadas de aire ardiente.
Y sólo existen esas dos gatas, no hay ninguna entre la mansa y la alocada. La pasión no entiende de término medio o discreción, rojo bermellón en estado puro, dos paseos, más o menos directos, hacia esa pettit mort, que es tu despertar a un nuevo día.

1 comentario:

Mini Alf dijo...

¡Wow! Este post ha sido increíble, en todos los sentidos :)
¡Besos!

Por cierto y hablando de Marruecos, pc: costoxc jajajajajajaja