jueves, 26 de junio de 2008

Las hijas de Bernarda































Casualmente"Las hijas de Bernarda" han tardado exactamente 9 meses en gestarse, quizás no sea nada casual que hayan tardado 9 meses, un ser maravilloso suele necesitar todo ese tiempo en el horno del vientre para aparecer en el mundo y devorar la vida.






Una tarde de septiembre pensé, junto con una de mis mejores amigas que estaba en Madrid de paso, en ir a escuchar cuentos al nombrado "Libertad 8". Me lo habían recomendado y los cuentos eran una de mis pasiones arrinconadas. Aquella noche de septiembre me senté en la primera mesa que hay al ladito del escenario en Libertad. A mi izquierda estaba Cristina, mi compañera de piso, a la derecha se sentaron dos desconocidas, "una morena y una rubia, hijas del pueblo de Madrid". Vimos contar a Anselmo Sáinz y Mercedes Carrión y esta última nos atrapó, nos arrojó sin permiso a nuestra infancia rescatándonos de ella poco después... Cuando Mercedes anunció su próxima apertura de un taller de cuentos, Cris me dijo que me veía "ahí subida"... Cynthia le dijo lo mismo a Rebeca o, si no fue lo mismo, fue algo muy similar. Rebe y Carmen, Carmen y Rebe, durante la actuación, habían interactuado, habían intercambiado risas... Todo es posible si la maga se sube al escenario y aquel día Mercedes Carrión hizo otro tipo de magia, cogió el ovillo de lana morada que Rebeca tenía entre sus manos y lo juntó con el ovillo de lana rosa fuxia que tenía yo y ...



Comenzamos el curso con ilusión y, en mi caso, con mucha vergüenza. "Yo soy Rebeca y no soy ninguna muñeca". "No me llames Carmen de España y me encanta la montaña". "Yo soy Pili, la de la mili". Entre conversaciones sobre Silvio Rodríguez, Cortázar, Galeano, Benedetti... y tantos otros hombres anónimos que no han publicado libros pero sí que es cierto que han escrito muchas páginas en nuestros corazones, comienzan a desenrollarse nuestros ovillos y comenzamos a tejer ... No lo sé, no he hablado con Rebeca de qué estamos tejiendo... Si la amistad tuviera la forma de alguna prenda: ¿Qué prenda sería? Espero a Rebeca para hablar del tema.



Poco después de iniciar el curso, enfrentamos nuestro primer reto y contamos en el cumpleaños de la niña de una compañera junto con Deme... Así nacieron muchas ideas, así nació Rayuela... Y así comencé a perder la vergüenza.



Mientras tanto, Rebeca conoció a Romina, porque tenían que conocerse y, claro, se conocieron donde tenían que conocerse, en el concierto de Silvio aquella noche de noviembre inolvidable. Romina y Manos del Sur bien valen otro día de blog.






Enfrentábamos con nervios la contada del 13 de enero pero ¡estuvimos gloriosas! Rebeca con su "Carolina, goma de borrar", Pili (os he dicho que es nuestra sueca de Toledo?) con sus cántaros y yo con mi versión contenida del "Dos palabras".






Se había producido la "copulación" de las Bernardas. Durante esos meses, los lazos entre Bea y Pili, por un lado, y Carmen y Rebeca, por el otro, se habían estrechado.






Poco después comenzamos otro taller. Pili y Rebeca continuaron con Mercedes, porque tenían que continuar con Mercedes para conocer a Laura. Y los lazos entre Pili y Bea y Rebeca y yo continuaron estrechándose, a través de temas "cuenteros" o no.






En Hondarribia me ví inmersa en una conversación sobre masaje infantil, matronas, lactancia materna, ... crianza... con Laura. Increíble pero fue así, encontramos nuestro punto fuerte de conexión hablando de crianza. Silvio, Galeano, Benedetti... ya habían tejido hilos para nosotras sin que lo supierámos...



Parece que hablara de ellos como ángeles pero ... ¡lo sonnnnnnnnnnnnn! Nos unieron antes de que nosotras pudiéramos imaginarnos que nos conoceríamossssssssss.






Meses después y, tal y como dice Rebe, después de muchas tardes y noches de cuentos, canciones, amores y desamores, "Amparos" ... vuelvo a contar en Libertad 8, esta vez con mi grupo de Anselmo (grupo en el que siempre os añoré y os nombré) y, después de mi contada, entre mojitos y duchas con extraños, surgen las Bernardas. El lunes después, al abrir el correo, me encontré con que soy una Bernarda, claro que sí, con curvas y a lo loco :-) ¡Qué honor! Me encontré mágicamente enlazada con Laura, con Bea, con Pili... a través de Rebeca.



Las Hijas de Bernarda... guauuuuuuuuuuuuuuuuuu ¡qué bien suena! Cuenteras, solteras, no enteras, no, eso no, jajajajajaja o ¿si? Siiiiiiiiiiiiiiiiiii muy enterasssssssss. Nos reunimos en el Tío Vinagre una noche de finales de mayo, soñando un lugar que nos acogiera... Aquella noche entre Laura y yo fue la casualidad quien se encargó de decirnos a la cara: "Niñas, teniáis que conoceros y nos reímos mucho con la casualidad y de la casualidad". Debe ser que lo soñamos con muchísimas ganas todas porque, días después, de forma casual, se me ocurrió buscar el "Oeste Celeste". Había descubierto el sitio un día de pasada con una buena amiga pero no sabía volver... Esa noche supe llegar y, con lengua de trapo, supe decirle a Carmen que si querían cuentos, que ese sitio era ideal para el parto escénico de las Bernardas. Y ... una cosa llevó a la otra y a la otra y a la otra... y ahora ya no éramos dos ovillos de lana, uno morado y otro rosa, si no cinco... Cincoooooooooooooooo... Qué mágico... Tejimos, tejimos... Laura tejió con su lana dulce y suave... Pili tejió con su lana inocente y acariciante... Bea tejió con su madurez forjada con hierro ... Rebeca tejió con palabras fermosas y apasionadas... y yo tejí con ilusión, con muchísima ilusión y muchísimas ganas. Tejí el vínculo con María, Isabel y Carmen... Guié los pasos hasta el Oeste Celeste de las Bernardas donde ellas, sin más, extendieron sus alas de hadas y mariposas, sus ropajes de diosas griegas y embrujaron en una noche de 21 de junio a muchos corazones, en una noche en la que nuestras estrella brillaron con luz de luna llena mientras Silvio flotaba en el aire cantándonos "Cuida bien tus estrellas" y Galeano nos bautizaba a su manera...






Este no es un cuento, aunque podría serlo porque tiene cinco personajes maravillosos y únicos, y muchas hadas y magos que han colaborado para traernos hasta la puerta que cruzamos el sábado pasado, para inspirarnos, apoyarnos, darnos la oportunidad.






Es un placer enorme teneros en mi vida, es una sorpresa inmensa ser Bernarda, es una alegría infinita pensar que estos nueve meses de embarazo (las naúseas las produjo el alcohol de vez en cuando) han merecido la pena porque tenemos una pequeña maravillosa aún en pañales con un potencial inmenso...






Un abrazo enorme,



Carmen












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