domingo, 15 de febrero de 2009

Desde Palma...

Desde este sofá que parece mi segunda casa, vestida de domingo, con las zapatillas de Noe y mi pijama, sueño una vida que algún día me atreveré a poseer.
A través de la ventana veo la calle tranquila y el cielo gris plomizo. Este fin de semana el sol se quedó en Madrid y en Mallorca hace frío y llueve. A mi derecha la bici de Noe, en la cocina las voces de tres amigas preparando la comida. Llevamos horas desayunando, planeando el siguiente viaje, buscando vuelos, riéndonos, aconsejándonos, tratando de entendernos y entenderlos... domingo de chicas.
Asoma la pereza a mi vida, no quiero vestirme y volver. Me pasa siempre. A veces me pasa a apenas ocho o nueve paradas de mi vida, otras, me pasa a una hora y 20 minutos de avión. Quizás algo falla. Quizás no estoy donde debo. No lo sé...
Me gusta la paz de esta isla, su gente, sus sonrisas, su vino y sus casas blancas de techos altos con lámparas de globo colgando de las vigas de madera vistas...
Me gusta la luz, a pesar de que no asome el sol.
Me gusta tenerla aquí a ella... aunque, a ratos, me gustaría más tenerla en la habitación de al lado, como hace años.
Han pasado cinco años y un día... A veces, echo de menos el peso de la mochila...

Mañana colgaré una foto de Sóller...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Vuelve pronto y sonríe mucho, anda, ya sabes que aquí tienes un hueco grande, grande.
Aprendo nociones básicas de blogs mientras te duchas, cardia mou.

Anónimo dijo...

Mi niña!!!! Nuestro sitio......todos lo tenemos y no sabemos donde o nos da pereza o miedo a movernos, pero sabemos, casi a ciencia cierta que alli seriamos felices, nuestro pequeño paraiso en el mundo, a donde sin duda alguna, tenemos que atrevernos a ir, cuando estemos preparadas. Me doy un año para volver a LPA. ¿y tu?
Hay que ser valiente
Desde Copenhague con mucho frio
Manuela

Anónimo dijo...

A mi no me gustaría vivir en el sitio donde siempre soy feliz, porque es como un hobbie, que si se convierte en una obligación, deja de ser divertido. No todo el mundo tiene la suerte de tener un refugio, así que disfrute de su rincón y piense que los momentos maravillosos lo son por algo... Mientras tanto, al menos yo, intento que lo que tengo se parezca un poquito a lo que me gustaría tener. Sí, vale, son lentejas... pero me gustan (sin abusar, como todo).

M

Carmen dijo...

Gracias a las tres.
Necesitamos paraísos a los que acudir para colocar o descolocar nuestras cabecitas,claro que sí.
Besosss enormes de lunes lunero
Carmen

Imagine... dijo...

si lo tuviéramos todo mnuda caca de vaca sería el mundo, nada nos ilusionaría...

muaaaaaa, besos de lunes adormiladooosss