lunes, 9 de marzo de 2009

Y sentados en un banco, él desnudó su alma tal y como había aprendido con ella. Ella lo llevaba agarrado dentro y no lo desalojaría de aquel lugar durante largo tiempo pero entendió que querer es aceptar momentos y decisiones, aunque duelan. Le besó la mejilla deseándole que se curara y volviera pronto a regalarle al mundo su preciosa risa. Él necesitó volar.

Y fueron felices cada uno en su vida...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Los cuentos de finales felices nos someten y nos hacen creer que existen historias en las que todo se supera, todo llega a buen puerto, ... menos mal que existen cuenteras con ganas de contar otros finales.
Bussi
alvenc

Anónimo dijo...

Todo llega y como SIEMPRE tiempo al tiempo.
Existen finales felices en mejores y peores momentos, solo hay que dejar una puerta o una ventana minimamente abierta. No se porque en esta vida, casi nunca es un buen momento para nada, pero llega, y justo cuando uno menos lo espera.
Besos ROSAS solete

Carmen dijo...

Todo sucede por algo, aunque seamos torpes y no sepamos darnos cuenta en el momento en el que lo estamos viviendo.

Anónimo dijo...

La primera vez que me dijiste "te llevo agarrada dentro" se me encogió el alma y pensé que hacías magia describiendo sentimientos, Melina meva. "ir agarrado dentro" es algo maravilloso porque significa saber que siempre hay un punto al que volver, un norte, un enlace con la realidad o un billete para la irrealidad... un todo condensado en una frase, un regalo.
Yo te llevo agarrada dentro, adonde quiera que voy :-)

Lundra dijo...

a veces es necesario creer en los cuentos para entender la vida, para saber que a veces es la persona pero no el momento, y a veces es el momento pero no la persona, para saber que hay que dejar un final en suspenso, a veces se pone colorín colorado, pero la voz de la cuentera no pronuncia la frase siguiente, porque a veces, y sólo a veces, hay que tener la paciencia de dejar que el final del cuento, se cuente en otro instante, y dejar como dice Manuela una rendija siquiera abierta, porque por ahí pueden algún día escaparse dos mariposas azules, inmensas, bellas, y juntas para siempre. Un abrazo de nube, un cariño de piruleta

Carmen dijo...

La frase es de "Lucía y el sexo", no la recordáis pero estoy segura de que habéis visto la película. En boca de Najwa Nimri.

Lundra,
:-)