martes, 27 de octubre de 2009

Déjame que te cuente...

... el cuento del pescador de nubes.

No importa dónde vive, importa sólo que trasnocha y madruga porque se pasa el día
buscando nubes. Cuando las encuentra, las pesca; utiliza como cebo, su sonrisa única.
Las pesca, las guarda con cuidado y, durante los días de luna creciente, las llena de
besos. Besos, sí, dije bien, besos. Besos y nubes. Besos de todo tipo. Cuando están
bien llenas, cuando amenazan diluvios de besos, las lanza al cielo siempre en dirección
noroeste.

Cuentan que hay quien espera trasnochando mucho y madrugando más su llegada
y que, cuando las recibe, se encierra con ellas días y noches hasta vaciarlas...

1 comentario:

Malena dijo...

Emotividad y originalidad por los cuatro costados,

Malena