... el cuento del pescador de nubes.
No importa dónde vive, importa sólo que trasnocha y madruga porque se pasa el día
buscando nubes. Cuando las encuentra, las pesca; utiliza como cebo, su sonrisa única.
Las pesca, las guarda con cuidado y, durante los días de luna creciente, las llena de
besos. Besos, sí, dije bien, besos. Besos y nubes. Besos de todo tipo. Cuando están
bien llenas, cuando amenazan diluvios de besos, las lanza al cielo siempre en dirección
noroeste.
Cuentan que hay quien espera trasnochando mucho y madrugando más su llegada
y que, cuando las recibe, se encierra con ellas días y noches hasta vaciarlas...
No importa dónde vive, importa sólo que trasnocha y madruga porque se pasa el día
buscando nubes. Cuando las encuentra, las pesca; utiliza como cebo, su sonrisa única.
Las pesca, las guarda con cuidado y, durante los días de luna creciente, las llena de
besos. Besos, sí, dije bien, besos. Besos y nubes. Besos de todo tipo. Cuando están
bien llenas, cuando amenazan diluvios de besos, las lanza al cielo siempre en dirección
noroeste.
Cuentan que hay quien espera trasnochando mucho y madrugando más su llegada
y que, cuando las recibe, se encierra con ellas días y noches hasta vaciarlas...
1 comentario:
Emotividad y originalidad por los cuatro costados,
Malena
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