Yo me acurruco asustada y ni siquiera soy capaz de decidir a qué hora salir de mi burbuja-cama, a qué hora poner el despertador y abandonar esta siesta.
Tú me recuerdas que sólo es necesaria una manopla porque la otra mano está
felizmente ocupada.
A veces me empeño en ser rara. Y me agobio yo sola.
canta Caetano
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*Você não quer ouvrir o Caetano?* nos increpó la mesera mientras acercaba a
nuestra mesa otra *caipirinha *y otro *shot *de *chachaza* artesanal
elaborad...
Hace 3 días
1 comentario:
Bienvenida al club, el de las raras, digo. Y de las agobiadas.
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