viernes, 7 de enero de 2011

El Retiro, desnudo de invierno. El centro de Madrid, barrido de gente después de la algarabía pre-Reyes. Y un manojo de nervios apoderándose de mis sueños y despertares, negándome las ganas de continuar.

A veces permanecer se vuelve algo insoportable.

1 comentario:

Claudia Sánchez-Ponce dijo...

Cuando se vuelve insoportable valoras mucho más la amistad.

Hazme un hueco en tu agenda, Mentxu, no te permito lo contrario.