viernes, 29 de agosto de 2008

Ojos de mundo

Esta noche pensé en sus ojos y le recordé con muchísima nostalgia.
Él tenía ojos de mundo y, en sus manos, mil marionetas. Era diferente
a todos y apareció en el momento preciso para abrir la caja de Pandora
y desvelar otras formas de vivir, sentir, pensar, viajar... Hablaba
mil lenguas diferentes en una misma porque lo podía describir todo.
¿Acaso para poder describirlo todo necesitas haberlo visto antes?
Puede ser que sí. Yo le pregunté una noche ingenua cómo era posible
que viajara solo, totalmente solo, cómo podía soportar que nunca le
esperara nadie en ningún lugar y él me contestó sorprendido cómo era
posible que pensara que no le esperaba nadie si nos habíamos encontrado.
"¿Acaso vos no me esperabas?". Sí, te esperaba, mi vida te esperaba y
encontrarte fue un lujo que hoy, meses después, reconozco como tal.
Ayer me di cuenta de que quiero asomarme de nuevo a unos ojos de mundo.
No me valen los ojos hermosos que no miran nada, que apenas son capaces
de posarse un ratito en un detalle, no me valen... Quiero asomarme a unos
ojos de mundo, profundos, intensos, viajeros viajados, ... Ayer me di
cuenta de que quiero una lengua que lo describa todo y unas manos que
adopten mil personajes.
Puede que a él no lo vuelva a encontrar... Fue el "nómada" de mi vida, el que me enseñó el valor del "aquí y ahora", con quien aprendí que hay amores que duran
horas y son recordados una vida, que hay noches que se llenan de palabras
que meses después retumban en tu cabeza.
"Tienes que irte y perseguir tu sueño... Asoma al mundo porque algo te espera".
Desde mi rincón, un abrazo inmenso de larga noche de palabras "bien colocadas".

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