jueves, 2 de octubre de 2008

Princesas recordadas y conocidas

Me rodean princesas cada día... aunque hoy se me antoja coronaros reinas a todas.

Tengo el placer de conocer a la reina Roma Romaní que vino desde Buenos Aires hace años para llenar las calles de Madrid de colores y formas desconocidas. Esta reina que tira de su caravana y viaja por el mundo con sus pinceles, nunca pierde la sonrisa y viene siempre acompañada de miles de frases bellas compuestas por palabras maravillosamente bien colocadas como aquella que la trajo a mi vida... "Las aventuras verdaderamente grandes son las que engrandecen el corazón de quien las vive" (Alejandro Dolina).

Igualmente tengo el placer de conocer a la reina Roma Romaní del sur de Madrid o de Madrid Sur. La Roma Romaní española se caracteriza también por venir acompañada de cientos de libros y miles de palabras bellas tanto cuando van colocadas como cuando van descolocadas. La acompañan un estuche (de cuyos integrantes puede contarte mil historias revolucionarias), una agenda escolar (que acaba a las 9 de la noche para dar paso a la agenda "indecente") y un llavero cuentacuentos de su vida. Ella llegó a mi vida celebrando ambas nuestra libertad...

Por aquí merodea también nuestra querida reina Sapina que, de vez en cuando, se transforma en hada y en su horno de amor crea personajes de cuento. Nuestra querida Sapina busca y busca y busca sapo a quien besar y convertir en príncipe... Sabemos que tu frase es "Buscar sin saber quien es y, sin embargo, estar segura de reconocerlo" así que disfruta besando sapos y regalándolos tus dulces besos porque, antes o después, aparecerá el rey que merezca besar tu cuello.

No tanto como me gustaría pero sí de vez en cuando tengo cerquita a la reina Locuacilla de Babel... Creo que tiene tantas palabras en la cabeza en tan diferentes idiomas que por eso su cabeza no le da ya para pensar en dónde deja las llaves, dónde tiene que ir mañana, qué día tiene cita...

Cerquita, cerquita, cerquita, ocupando más de medio corazón se encuentra la reina Caprichosa. Con los años se va enfurruñando menos. Comparte conmigo, reina Mirameh, la afición por las compras, ¿será cuestión de sangre?

Reinas todas, conocidas, recordadas, próximas, únicas, exquisitas en vuestra especie.

3 comentarios:

Veneguera dijo...

jajajaja...me encanta:)
Y ahora, con el libro en mi salón, todo lo veo más claro.

Carmen dijo...

Jajajajajajajaja

es un código. O tienes "Princesas" o estás perdida si quieres comunicarte con este mar de reinas. Yo he decidido crear una secta. Nuestra Biblia es "Princesas", nuestra bebida es el agua de jamaica, nuestro punto de encuentro el Oeste Celeste (nuestro punto de desencuentro, el Toni), nuestra canción "Judith" de Silvio Rodríguez, nuestro lema "No puedo ser la mujer de tu vida, porque tengo que ser la de la mía... y más... Jajajajajaja

Veneguera dijo...

sí, y para noches de suicidio colectivo, siempre nos quedará el Libertad.