martes, 31 de marzo de 2009

Instrucciones para sanear un recuerdo

Llevo semanas recordándote de otra manera, algo que antes era imposible.
Hoy recordé cuando me enseñaste a andar en bici, en el puente Don Guarín.
Pensaba que me agarrabas del sillín y, realmente, hacía rato que me habías
soltado y yo andaba / volaba sola ... incluso me atreví a girarme para buscar
tu sonrisa... y no estabas... estaba volando sola, quedaba la confianza que
me diste, quedaba el camino que me mostraste, me pusiste en el lugar y
me soltaste cuando tenías que soltarme.
Pudiste ser muchas otras cosas pero fuiste mi padre y tu sabiduría sujeta mi
sillín para que yo pueda volar sola...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa es la gente que te quiere, la que te deja volar. Cuando se queda en el nido, a la hora de cenar, después de un vuelo solitario, se tiene la absoluta certeza de que quien te ha estado esperando, después de otro vuelo a uno, es la persona que más te quiere.

M

Anónimo dijo...

Una pequeña mariposa rosa se ha posado en mi bolso, y creo que tiene intención de quedarse... =)

...gracias!^^

Sara :)

Carmen dijo...

Qué mujeres bellas asoman por aquí.
A Madame M... qué decir, acaban de enviarme "Sortelina"... qué bien hueles y qué bien "suenas".
A la pequeña, a mi Sara, sabes que esa mariposa rosa es prima hermana de la morada que me observa al entrar en mi habitación ;-)
Besos,
Carmen