viernes, 21 de noviembre de 2008

Volar y no desear ser etérea

Hace ya cuatro meses que escribí un post antes de irme a Tailandia y Laos en el que decía que me resultaba extraña la sensación de irme de Madrid sin ganas de huir. Hace tiempo los viajes eran mi evasión de una rutina que no me convencía del todo, de una ciudad que me atrapaba más que liberarme, a pesar de las millones de opciones que me esperaban en cada esquina y que, ciega, no quise reconocer. Viajar suponía pasar de 50 a 100 en cuestión de segundos, los segundos que tardo en subir al avión, y volver suponía reducir la velocidad de mi vida y mi felicidad. Sin embargo, me fui a 100, viví el viaje a 100 y volví a 100. Estado de felicidad prolongada. Lo mismo sucede con este fin de semana en Palma.

Y es que aprendí a volar en mi día a día, sin ser etérea, eso se lo dejo a las "musas urbanas" que me rodean, cuya dosis de "vaporosidad" es idéntica a la de sexualidad, visceralidad, etc., completitas ellas todas, equilibradas a pesar de lo que puedan pensar.

He aprendido a volar sin necesidad de volar a otro lugar físicamente, más o menos lejano, sin abandonar Madrid. Madrid puede ser un lugar ideal para vivirlo cada día, en invierno con tintos de verano y en verano con chocolates con churros.

Lo dicen tantos tan bien dicho que no voy a hablar más de volar...

Un fragmento descriptivo y vaporoso de Oliverio Girondo:

"No se me importa un pito
que las mujeres tengan los senos como magnolias
o como pasas de higo;
un cutis de durazno
o de papel de lija.

Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí!
-y en esto soy irreductible-
no les perdono,
bajo ningún pretexto,
que no sepan volar.

Si no saben volar
¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!

(...)

Yo, por lo menos,
soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo sigo necesitando volar
Para mi lo eres, aunque no lo desees.

Da recuerdos a tu otra mitad y dejad la isla en su sitio, por favor!!!!!!
Besos
alvenc

Anónimo dijo...

Es que siempre hay que buscarse donde uno está...

M

Imagine... dijo...

Yo todavía estoy en la etapa de querer salir a toda pastilla de una Ciudad q me ahoga, no la ciudad, sino la Ciudad, igual q la Iglesia y la iglesia...y no es esa parte genial, no son esas personas por las q merece la pena seguir pasito a pasito pero seguir,no, esas no...lo digo por aquéllos q te aplastan, a los q no les importa tu felicidad, y mucho menos tu no-felicidad...no sé, puede q me condicione mi estado de ánimo actual...pero cada vez odio más esta sociedad, y más todavía a la nueva mayoría... buahhh!!! son solo rayadas jeje, y tu por palmaa!!jaja q envidia ^^

besazoo