sábado, 3 de enero de 2009

Malabarismos en el aire

Se aproxima con su ato en el que porta lo necesario para su número.
Todos están nerviosos. Saben que hay un antes y un después de esta
prueba.
No teme quedarse sólo sobre el alambre. Es la hora y tiene que hacerlo.
Coloca los dos soportes y a apenas dos metros de altura el alambre.
Lo tensa.
Les advierte: No vale agarrarse. No valen las quejas estúpidas. Quien
quiera, que suba. Quien tenga dudas, que se quede abajo.
Lee en voz alta los nombres que aparecen en la lista. No están todos los
que fueron pero sí que hay personas de hace años, sonríe... Le intriga
saber quién permanecerá.

1
2
3

Yo seré el primero en subir al alambre, detrás de mi iréis subiendo según
os he ido llamando (no se trata de un orden alfabético si no, mas bien,
de un orden cronológico emocional).

Subieron detrás de él 1, 2, 3, 4, 5, 6...

Mirad al frente... Fijad los ojos en un punto...

Giró la cabeza y le vió caerse... Ohhhhh....

Giró la cabeza y vió cómo se caía ella también... Ohhhh...

De repente sopló un viento frío que desestabilizó a tres personas más....
Ohhh...

Poco después el sol salió entre las nubes y comenzó a atizar fuerte.... Quienes
se llevaron la mano a los ojos para protegerse no sobrevivieron tampoco....
Ohhhhh....

Al cabo de treinta minutos, se giró, hizo que el alambre temblara al girarse,
provocó un salto y ella, ella le miró a los ojos intensamente, brincó y volvió a
colocar sus pies sobre el alambre con la tranquilidad que le caracterizaba.

Sólo quedas TÚ. Pero tú lo eres TODO.

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