viernes, 20 de marzo de 2009

La sumisión de Perséfone

No tenía otra opción.
Su trabajo siempre comenzaría alrededor
del 2o de marzo y siempre consistiría
en crear belleza
y dejarse poseer por el sol
cada una de las noches
que abrazan
tres lunas llenas.
No tenía otra opción
y la aceptó.
Un embarazo de nueve lunas
para parir las flores
que regalarán corazones enamorados
y admirarán cientos de ojos.
"Y todo lo que tocas...
se vuelve primavera".

2 comentarios:

Vicky dijo...

Que bonita la primavera!!!
Linda flor de primavera, cuidate que eres muy grande por dentro y por fuera.

Petons bonica meua!!!

Anónimo dijo...

Esta primavera viene bañada en tintos y cargada de buen rollo, Carmencitabella!
Para cuándo las próximas risas?
Bss de abrazos enteros :-)