viernes, 16 de enero de 2009

SER

Dejar atrás miedos, clichés y tabúes, hacer y decir lo que te place, olvidar al enemigo "sentido del ridículo" y soltar una carcajada, solitaria, que rompa el silencio. Vestir de mil colores, o de uno. Contar cuentos para grandes y niños. Admirar y ser capaz de decirlo. Desear y ser capaz de susurrarlo (o gritarlo). Contradecir lo que rechina a tus oídos. Sonreír al aire. Dejar que los recuerdos paseen por tu retina mientras alguien te cuenta algo que no te interesa. Llorar si la luna se llena de palabras bellas. Reír si te hacen cosquillas. Soñar de día y de noche. Buscarle novia a Blas. Inventar hadas que traen desayunos mágicos a la ventana. Estudiar catalán en Madrid. Añorar el mar siendo de tierra adentro. Rectificar. Omitir del vocabulario "lo malo", "lo prohibido", "lo que toca". Hacer el amor cada noche. Ser descarada ante quien te da la gana. Meterte a la cama con cinco años, después de una noche de circo, y levantarte con 29 y medio (!). Echar de menos a los que no están. Abrazar porque sí. Regalar "Princesas" a todas las reinas de tu vida. Decir TE QUIERO. Viajar. Guiñarle el ojo a la vida. Y hacer el payaso con nariz roja incluida.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Intuyo que ayer fue genial el Cirque du Soleil :)

Todo eso y más, no crees?

Buen fin de semana, Carmela!
alvenc

Anónimo dijo...

Hacer el payaso siempre funciona. Con estos fríos y catarros, además, la nariz roja viene de fábrica... Se lo dice una payasa resfriada.

M

Anónimo dijo...

Esta es mi Carmen!!!!

Imagine... dijo...

guau :)

Anónimo dijo...

Por azar llegué hasta aqui, y ahora no puedo dejar de leerte... Un beso desde Sevilla

Carmen dijo...

Tus palabras sevillanas me animan a continuar escribiendo pero ¡saluda!